sábado, diciembre 02, 2006

Con la espalda menos pesada...

No se cambia de la noche a la mañana... y yo no cambio y tu no cambias... y todo se detiene y se destruye... buen viaje niño que nunca fue mio... que nunca quiso entregarse conmigo... ojalá llores mucho, y rias mucho y crezcas mucho... y ojalá no volvamos a encontrarnos... te regalo un pedacito de mis alas... son de cristal... son delicadas y guardo la heridas que les hacen en una pequeña caja... a veces no quiero sentir tanto como siento, a veces me gustaría seguir mis instintos y alejarme de gente como tu, prometo no acercarme de nuevo a alguien que me detenga el aliento... buen viaje y gracias por los últimos meses, por decir que me querías, aunque no lo sintieras, por herirme, me hiciste sentir humana de nuevo... por besarme, por calmar un poco el torrente que soy y que no entiendo. Buen viaje...

2 comentarios:

Depiesyalas dijo...

Hay veces, hay llantos... existe esta condición con la que poco podemos luchar.
Vuela el ave lejos del nido, quieto el silencio contempla el suspiro.
Beber de las lágrimas caídas no llenará las grietas, pero la sal que las reúne puede zurcir la cicatriz.

Anónimo dijo...

TE ODIO!!!!!!! ya me hiciste chillar otra vez...