viernes, agosto 12, 2011

Tanto Arte

Tanto Arte que tengo encerrado en las entrañas.
Tantas fotografías nunca tomadas, tantas ganas.
Tantas esculturas, tanta música nunca escuchada.
Tantos colores, tantas visiones.
Tantos, tantos sueños escarlata.
Tantas ganas.
Tantos, tantas pesadillas no contadas.
Tantas sombras, tantas noches.
Tantas esculturas, tantas canciones olvidadas.
Tantas fotografías arrebatadas, tantas fallas.
Tanto Arte que tengo encerrado en las entrañas.

miércoles, mayo 11, 2011

¿De qué tienes miedo?

Nunca he entendido el miedo a la muerte, o a los perros, o a la sangre.

Entiendo de a pocos el miedo al agua, a no poder respirar. A veces si que lo entiendo.

Se diría que he aprendido a manejar bastante bien mi miedo a la oscuridad.

Pero lo mio lo mío, lo irracionalmente mío, es el miedo a la locura. Al desconecte, a escuchar voces, a ver cosas que no están ahí, a olvidar todos los días donde puse mis llaves y encontrarlas donde ya busqué antes. Miedo a no reconocerte, a no reconocerme, miedo a que un par de genes se activen, miedo a que hoy se me olvidan las palabras de nuevo, miedo a la demencia absoluta.

Porque nada es tan conocido y tan desconocido al mismo tiempo, porque nada te hace estar sin estar tan fácilmente. Nada de lo que está pasando ahora parecerá real entonces, y nada de entonces te hará saber a ciencia cierta que el ahora existió antes.

Porque no hay palabras mas tristes, mas enérgicas, mas desesperadas, mas fantasiosas que las que te dice tu cabeza cuando te susurra "te estás volviendo loca".

Lo mío, lo mío es el miedo a la locura. A la de libro, a la de institución psiquiátrica, a la de los genes, a la de las muchas pastillas y los pocos saberes.

Y pensar que al mismo tiempo parece tan liberadora.






viernes, abril 29, 2011

Creo que va a empezar a llover.

Supongo que pude haber seguido ese camino, supongo que hubiese sido más fácil. Supongo que ser quien quieren que seas, quien se espera que seas, quien debes ser, eso, siempre es más fácil.


No esperar nada más. Nacer, crecer, morir. Todo en el mismo lugar, con las mismas personas, eso hubiese sido más fácil. Sin preguntarse si realmente eso es lo que se quiere, solo hacerlo porque no hay nada más que hacer, porque es el siguiente paso, porque después de todo ¿Qué pensará la gente?, ¿Qué pensará la familia?, ¿Qué pensarán las amigas casadas?, ¿Qué pensaran los abuelos y los tíos retrógradas?.


¿No quieres el auto del año?, ¿No quieres el marido perfecto?, ¿La casa perfecta con los hijos perfectos? ¿Las patologías perfectas?.


Si lo escogiste, entonces, ese es otro asunto. Entonces, este escrito no es para ti. Si con los ojos abiertos y sabiendo las otras oportunidades del mundo escogiste el camino que tienes ahora, el “correcto” entonces es distinto, entonces te ganaste a pulso el respeto, entonces eres una de esas personas honestas que están en vías de extinción.


Y es que vivir la vida que se debe vivir a tu edad, con tu preparación, como lo están haciendo todos, es más fácil. Tener un trabajo que te da cheques llenos de ceros o que al menos te permite muchas tarjetas de plástico, senos de artista porno, escuelas privadas para los niños, ¿Por qué dirías que no a eso?.


¿Qué se siente tener la vida correcta?, ¿Los amigos correctos?, ¿El trabajo correcto?, ¿Qué se siente ser la talla correcta?, ¿Tener el pelo perfecto?, ¿Qué se siente saber donde estarás dentro de 3 años, dentro de 5, dentro de 8, dentro de 20?.


A veces, me parece que tomé la decisión equivocada, a veces, por un par de segundos, pienso que debí dejar de hacerme preguntas hace muchos años. Buena cosa que esa sensación se va rápidamente.


Y es que no cambiaría nada de mi vida incorrecta, no cambiaría la compañía, los lugares, no cambiaría nada. No cambiaría los desvelos, ni el estrés, ni los aviones, ni las lágrimas, no cambiaría ninguno de los personajes, ninguna de las decisiones, ninguno de los extraños que se volvieron amigos, ni la ética, ni las trampas, ni los espacios, no cambiaría nada.

miércoles, abril 13, 2011

De la música y otros demonios.

Es innegable que la música puede transportarnos a tiempos mejores o peores de nuestra existencia. Ya otras veces he dicho que tengo todo un soundtrack en mi cabeza, varias canciones que van con cada uno de los momentos de mi vida.

Dejé de escuchar a la Gusana ciega porque me recuerda a épocas de mi vida deprimidas y de neblina, no puedo recordarlo todo, pero que bien recuerdo la letra de "Duele decirlo"

- Y son las últimas horas el último intento por pasártela bien, estás repitiendo la escena, cortando tus venas por un poco de amor. -

Y luego está Babasónicos, aún los escucho, y aún me hacen sonreir algunas canciones específicas -Tengo una idea no me hables de ti y mucho menos de tu pasado, algo en tus labios color carmín sugiere que vayamos al grano- Esas canciones me saben a tiempos de fiesta, de risas, de mucho baile, de mucho alcohol, de muchos muchos.

También las hay específicas, que me recuerdan a personas particulares, bien sea porque fueron el fondo musical de un encuentro, bien sea porque la escuchaba mucho en el momento, o porque las dediqué, yo que se, toda esa gama de ardidez propia de mis desventuras amorosas. Todavía recuerdo a mi mamá preguntándome ¿Y a ti por qué te llega tanto esa canción de Lila? (refiriéndose a Lila Downs en "Amarga Navidad") -Diciembre me gustó pa' que te vayas, que sea tu cruel adiós mi navidad, No quiero comenzar el año nuevo con este mismo amor que me hace tanto mal - Ay dolor! ya me volviste a dar!

"Flor de Loto" de Héroes me recuerda a ese mejor amigo que ya no me habla, que todavía extraño y que sigo defendiendo aunque los demás me digan "se portó bien culero contigo wey".
Chin, creo que la canción fue profética -Nunca fue tan breve una despedida, nunca me creí que fuera definitiva, nunca a un ser extraño le llamé mi familia-

Vasos vacíos me recuerda a la primera persona que rompió mi corazón. Y no, no fue el mismo de la canción navideña! en esta época todavía era un pimpollito ternurita adolescente - Siempre habrá vasos vacíos con agua de la ciudad, la nuestra es agua de río mezclada con mar -

Esta me recuerda a mi caminando con mi viejo ipod rosa, en Córdoba, perdiéndome en las calles, solo caminando sin rumbo fijo o dirección pero sabiendo que al final llegaría a alguna parte - Y no te asustes si me rio como un loco, es necesario que a veces sea así, será la vida que siempre nos pega un poco, nos encandila con lo que está por venir- Es de Los Piojos, se llama "Bicho de ciudad".

Y así podría seguir por horas, y por muchas más canciones, pero no los voy a hacer más cómplices de mi noche melancólica.




martes, marzo 01, 2011

La nada.

Estoy frustrada por la frustración, cansada del cansancio y triste por la tristeza.