miércoles, abril 13, 2011

De la música y otros demonios.

Es innegable que la música puede transportarnos a tiempos mejores o peores de nuestra existencia. Ya otras veces he dicho que tengo todo un soundtrack en mi cabeza, varias canciones que van con cada uno de los momentos de mi vida.

Dejé de escuchar a la Gusana ciega porque me recuerda a épocas de mi vida deprimidas y de neblina, no puedo recordarlo todo, pero que bien recuerdo la letra de "Duele decirlo"

- Y son las últimas horas el último intento por pasártela bien, estás repitiendo la escena, cortando tus venas por un poco de amor. -

Y luego está Babasónicos, aún los escucho, y aún me hacen sonreir algunas canciones específicas -Tengo una idea no me hables de ti y mucho menos de tu pasado, algo en tus labios color carmín sugiere que vayamos al grano- Esas canciones me saben a tiempos de fiesta, de risas, de mucho baile, de mucho alcohol, de muchos muchos.

También las hay específicas, que me recuerdan a personas particulares, bien sea porque fueron el fondo musical de un encuentro, bien sea porque la escuchaba mucho en el momento, o porque las dediqué, yo que se, toda esa gama de ardidez propia de mis desventuras amorosas. Todavía recuerdo a mi mamá preguntándome ¿Y a ti por qué te llega tanto esa canción de Lila? (refiriéndose a Lila Downs en "Amarga Navidad") -Diciembre me gustó pa' que te vayas, que sea tu cruel adiós mi navidad, No quiero comenzar el año nuevo con este mismo amor que me hace tanto mal - Ay dolor! ya me volviste a dar!

"Flor de Loto" de Héroes me recuerda a ese mejor amigo que ya no me habla, que todavía extraño y que sigo defendiendo aunque los demás me digan "se portó bien culero contigo wey".
Chin, creo que la canción fue profética -Nunca fue tan breve una despedida, nunca me creí que fuera definitiva, nunca a un ser extraño le llamé mi familia-

Vasos vacíos me recuerda a la primera persona que rompió mi corazón. Y no, no fue el mismo de la canción navideña! en esta época todavía era un pimpollito ternurita adolescente - Siempre habrá vasos vacíos con agua de la ciudad, la nuestra es agua de río mezclada con mar -

Esta me recuerda a mi caminando con mi viejo ipod rosa, en Córdoba, perdiéndome en las calles, solo caminando sin rumbo fijo o dirección pero sabiendo que al final llegaría a alguna parte - Y no te asustes si me rio como un loco, es necesario que a veces sea así, será la vida que siempre nos pega un poco, nos encandila con lo que está por venir- Es de Los Piojos, se llama "Bicho de ciudad".

Y así podría seguir por horas, y por muchas más canciones, pero no los voy a hacer más cómplices de mi noche melancólica.




No hay comentarios.: