sábado, febrero 02, 2008

Y balbuceamos...

Empezó siendo un ardor, una cosquilla que provenia de uno de mis costados. Después, se convirtió en un dolor insoportable, punzante; empezó dormido y ahora está tan despierto que ya casi me es imposible controlarlo. No se que hacer, me encuentro en la noche oscura esperando que no despierte y me mate al fin.

Y es que cuando simplemente la relación que teníamos era simbiótica podía soportarlo, era como un honguito inofensivo. Hoy, me está chupando la vida y los sueños. Esa es la parte más molesta, desde hace un par de días me ha quitado también los sueños, se ha adueñado de mis noches y mis esperanzas. Se ha robado mi utopía y me robó el movimiento.

Soñar despierto fue un remedio al principio, crear forzadamente lo que mi inconsciente ya no podía darme. Tenía que hacer algo para no volverme loco.

Pero no es posible soñar despierto todo el tiempo, no se puede manejar, trabajar, tratar de ser funcional mientras se fantasea. Me está dejando exhausto.

Ahora controla también casi la mitad de mi cuerpo. Mi lado izquiero actúa casi completamente autónomo, como si no quisiera seguir mis órdenes. Me estoy perdiendo, me está devorando.

Han pasado más días y ahora ya no estoy seguro de ser yo y no solo un ser desencajado, creo que tengo que empezar a despedirme...