miércoles, mayo 25, 2005

Lo escrito ayer... sera otra cosa mañana... no soy la misma.

¿Cuándo será el día en que me atreva a verte a la cara?... Dios! no se que extraño, ni a quien extraño, no se que anhelo, no se porque tengo este vacío por dentro. ¿Piensas en mi?... ¿Piensas en esos días?, ¿extrañas algo de mi? Lo que sea… dime que extrañas algo, mi sonrisa, mis comentarios, mis miedos, mis locuras, mi cabello, mis dientes, mis labios… ¿mis besos?, no quisiera que alguien te haya besado como yo te besé esos días, esos días interminables, esos minutos eternos, ese lugar inoportuno, ese reloj estúpido que me separó de lo que más quiero en este mundo, este calendario lleno de tonterías. Ya no pienso en ti… eso me duele… porque a pesar de que se que nunca he estado enamorada… eres lo más cercano que tengo a ese sentimiento, lo que más he sentido como mío, como permitido, como obvio, como esas “mariposas en el estómago”… a lo mejor estoy destinada a estar sola. Hoy me di cuenta de algo importante, por más que se que quiero estar con alguien, se que no puedo… al menos no ahora; porque hay un momento en el pasado que me volvió alérgica al contacto profundo, inseguro, son mis ganas de que me rompan el corazón y mis defensas ante ello, entregándose al mismo desbarajuste que es mi pensamiento. Por eso es que me aferro a tu recuerdo, porque si me aferro a ti jamás tendré a nadie más y eso es más seguro, ¿no?... Creo que te he idealizado demasiado, no puedo hablar de muchas cosas, pero puedo hablar de ti, de lo que conozco y lo que me lastima, lo que quiero, lo que no quiero, lo mucho que te deseé, lo mucho que te odié, lo poco que te lloré, el poco aire que te robé. Tengo que vivir con esto, tengo que hacerme frente, tengo que volar alto, muy alto.
A veces, cuando pienso en mi y en ti, solo puedo hacer una mueca, hay veces que pienso en lo mucho que me falta para poder ser alguien que desees… se que no me quieres, se que no soy nada para ti pero… no se el porqué. No se que me falta o que me sobra, quiero llamarte y recuperarte, pero se que ahora no es prudente buscarte. ¿Qué hicimos mal?, ojalá pudiera darle nombre a lo que me hace escribir esto o a las tantas personas en quienes pienso al escribirlo o es quizás que nunca he tenido alguien a quien escribirle. No ha habido alguien que me quiera llevar, que quiera estar conmigo, mejor dicho, no ha habido alguien que yo quiera que me lleve, alguien con quien YO quiera estar; no se que quiero, no se porque lo quiero, no se porque quiero verlos (ya se volvió plural desde hace mucho), lo más sano, yo se… es alejarme y eso es lo que haré… me doy espacio para sanar… y esta vez es de verdad.

1 comentario:

RmurilloV dijo...

Un psicólogo (sin connotación sarcástica) amigo de mis papás (quizá has oído el nombre de Alfonso Ruíz Soto), dice que en lugar de jugar con la daga que está dentro dela herida, hay que sacarla, exprimir la herida (evento que será MUY doloroso) y luego dejarla cerrar hasta que ésta deje de doler. Quedará cicatríz, claro, pero ya no dolerá.

Yo he dejado que mis heridas cicatricen al rededor de la daga... eso hace que sea más doloroso cuando alguien la toca.

Perdón por el daño que nos hicimos (o que hice que me hicieras) esta semana.

Como le dijo Homero a su tele: No volvamos a pelear.