sábado, diciembre 01, 2007

De los planes adultos...

Hoy me di cuenta de que una gran parte de la generación con la que crecí se está graduando y trabajando y haciendo cosas de adultos... Uno que otro se casó, tuvo hijos; otros más están a punto de iniciar maestrias y/o doctorados, ya no viven en el país, basicamente crecieron y se unieron a esa masa de gente productiva, adulta, grande, responsables y comprometidos.

Yo... yo todavía no acabo la universidad, me falta un año y medio aproximadamente y lo peor del caso, si tengo planes, pero casi todos incluyen trabajos fuera del país y para que engañarnos, probablemente mal pagados (pero con la gran ventaja de empaparme los ojos de mundo).

Quiero caminar y beber y respirar otros aires, otras comidas, otras tierras muy lejos de la mia. ¿Qué se hace cuando correr de la adultez no sirve de nada? AAAAHHH lo hice de nuevo, me acerco a la pseudo poética, mi vida esta destinada a verse a través de mis ojos demasiado románticos a veces.

Regresemos a la tierra y a preguntas más mundanas y reales... ¿como voy a pagarme esos viajes? no puedo seguir siendo un refugiado en la casa materna hasta cumplir cuarenta, demasiado patético para mi gusto. ¿Donde voy a vivir? algo me dice que debí haber ahorrado los años de mi ninez para anticiparme a este momento, sin embargo, entonces no hubiese habido niñez porque ¿que clase de niño ahorra dinero para su crisis de la transición a la independencia? respuesta: el tipo de niño que yo no fui.

Ah pero es que la irresponsabilidad o más bien los pocos compromisos parecen alentar este estilo de vida despreocupada y febril.

Hoy es uno de esos días en que extraño mi cabello. Pero volvemos a lo simbólico del corte tan abrupto: un paso a la independencia, a tomar decisiones por mi misma sin preguntarle a nadie si estaban de acuerdo... claro, con el dinero de mi tarjeta que es alimentada por mis padres.

Maldita temida y añorada independencia, ¿donde estás? ¿como te encuentro?.

Y además tal vez cuando la encuentre... mejor no hacer planes.

7 comentarios:

Claudia Isabel Palacios Trejo dijo...

la independencia querámoslo o no, nos encuentra a nosotros, sí, desde el momento en que nuestros padres deciden termiantemente que prefieren viajar, un auto nuevo, salir más a restaurantes que pagar las abultadas cuentas de su ex niñita querida, después de todo dirán -Que se consiga un empleo.

Luis Frost dijo...

oooh
¿en serio eres compañera de mi adolescencia?
¿cuál?

aaay, a mí también me falta un año. es mi preocupación constante...

Anónimo dijo...

quizas llenarse los ojos de mundo, lo logren ...

quizas ...
es irreal un quizas ...

cariños =*

RmurilloV dijo...

Hey, Pretty!

No necesito decirlo pero lo voy a hacer: entiendo perfecto lo que sientes.

No hay nada de raro en que uno entre a mi edad a la escuela a la que entré. Sin embargo, soy de los pocos que no etá cursando su segunda carrera y que fuera de una beca de CONACULTA, no he tenido trabajos importantes en mi área.

Ya debía de haber acabado una carrera si hubiera decidido hacerla en cuanto terminé la prepa. Viví seis meses en Barcelona rascándome con mis propias uñas, y regresé a casa de mi madre a pedirle dinero a mi padre (a quien, curiosamente, he empezado a peronar desde que lo enterré.

A mis 25 años sigo siendo un adolescente.

Tito Manfred dijo...

Adultez e independencia parecen ir de la mano, lo cual me parece trágico. Me asquea la "madurez", quiero ser eternamente niño, pero también deseo independizarme. ¡Me cago en la ostiaaaaa!

Un abrazo,
FSJ.

licuado mental dijo...

tu blog es el mejor.

Anónimo dijo...

jajajja las cosas no cambian mucho, he aprendido a convivir con mis planes al día y "visionarme" en una remota galaxia... Al final todo es cambio y más cambio( y a veces uno que otro fuera)Recuerda que la independencia no es lo mismo que la solvencia económica, es difícil dar pasos, pero hay a quien le gustan las sillas. Las cosas llegan a su debido tiempo.