miércoles, octubre 27, 2004

Esto me tomó más de un mes acabar de escribirlo.

Hola, no ha sido fácil ¿sabes?, tratar de aparentar felicidad cuando la verdad es que siento que me estoy desvaneciendo. Quiero verte y estoy lejos, y siento que LO QUE NO SOMOS es mi culpa, me negué lo que tanto quiero persiguiendo otro de mis sueños. Por lo visto no puedo darte lo que quieres, la distancia es tan fuerte entre nosotros que lastima.
Vaya parece que por fin he encontrado mi camino hacia ti, o más bien hacia mi alejándome de ti.
Te extraño porque extraño el sentimiento dentro de mi de pertenencia... que absurdo, creerme tuya cuando tu fuiste de todo, excepto mio.
Parece que tu y yo estamos destinados a ser solo amigos, ¿y sabes que? ya no me duele decirlo; porque te necesito más como amigo que como amante, te necesito más como escucha, como hombro, como paño, te necesito aún más alejado de mis brazos que entrelazado entre ellos. Te quiero más ausente y lejano que presente y doliente.
Por fin he cerrado la historia que no fue... me da gusto, me da gusto despedirme de ti con un hola, con una bienvenida. Es bueno tenerte de nuevo, de la manera adecuada, en el momento adecuado, sin expectativas ni deseos, solo con hechos.
Es tan cierto ahora cuando te digo que te quiero, es tan verdadero y tan limpio; de esta forma, sin rencores ni frustraciones de mi parte.
Ya no te necesito con cada poro... ¿alguna vez lo hice?; ahora, quiero que tu mente se identifique con la mia, quiero verte feliz, lleno, pleno, con compañia. TE QUIERO FELIZ y te quiero cercano hasta donde tú y yo lo permitamos. Te deseo suerte, te ofrezco mi amistad; esta vez sin trucos ni prisas. Te ofrezco mi tiempo y ser tu escucha. Te ofrezco sin responsabilidades ni ataduras ser tu amiga.

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